Es común perderse a la hora de las meriendas y encontrar qué comer en esos momentos del día de lo cual ya se está cansado de ingerir las típicas saludables: semillas, frutas, granola, yogurt con frutas, tortitas de arroz, mantequillas de maní o almendras, etc. Existen una que nos puede dar un giro a la situación, nos hace más creativos, y resultan ser deliciosas opciones que podemos compartir con la familia o alguna visita que se aparezca de pronto. Los Dips son la solución rápida para tener snacks saludables y diferentes en cualquier momento.
Éstos son una especie de salsa, pero más espesa, que se utiliza para acompañar con algún alimento sólido que lo complementa. La variedad es muy amplia y depende de nosotros cuáles ingredientes utilizar y qué deseamos degustar. Guacamole, espinaca con queso, pimientos rojos con queso cheddar, cebolla con queso crema y nata, queso crema y puerro fino, berenjena… son de los más famosos que podemos encontrar.
Sin embargo, esas variedades populares tienen un aporte calórico alto, en su mayoría proveniente de la grasa, lo que los hace menos saludable e ideales si la queremos tomar como merienda. Por ello, es imprescindible que nuestra imaginación surja para crear nuevas ideas que se adapten a nuestros gustos, preferencias, y/o necesidades, ya que perseguimos un estilo de vida fitness saludable “no fat”.
Para elaborar unos exquisitos dips, toma en consideración los siguientes puntos:
1. Utiliza los alimentos que tienes en la disposición inteligentemente.
2. Escoge una fuente de carbohidrato simple o compuesto con unos valores biológicos altos: frutas altas en fibra, hortalizas, tubérculos/leguminosas/cereales de índice glicémico bajo.
3. Selecciona un tipo de proteína que sea magro y/o que tenga aporte bajo en grasa: yogur desnatado, leche descremada, leche derivada de otro alimento, quesos de soya o tofu, quesos frescos y bajos en grasa (cottage, ricota), carnes blancas o rojas magras, pescados blancos o azules magros.
4. Emplea las especias para darle un toque diferencial o realzar sus sabores: sal, pimienta, canela, hierbas provenzales, romero, ajo en polvo, comino, cúrcuma, curry, tomillo, …
5. Aplica técnicas de cocina convenientes que ayudan a que tus alimentos te ofrezcan sabores distinguidos: horneado, asado, al vapor, …
6. Ya con todo lo anterior, combina aquellos que te resuenen mejor. Ejemplo: piña asada + queso cottage + canela.
Por otra parte, podemos deconstruir un plato y crear otra variedad de dip. En el arte culinario, muchos cocineros llevan a cabo esta practica para crear innumerables platos elegantes y hacer atractivos los menús para los comensales. Así pues, puedes ser “el chef” de tu casa para hacer dips en base a tus recetas saludables favoritas.
Aquí te dejo una que es muy solicitada y que prácticamente no falta en la oferta gastronómica de los restaurantes: Dip de Tuna Tartare. Inspirada en la tradicional ‘Tuna Tartare’, creé esta versión saludable que sé que te encantará. Existen diferentes recetas que, una más que otra, tienen ingredientes que le eleva su aporte calórico, por lo que ahí entramos a tener consciencia de ello y lo adaptamos a nosotros.
INGREDIENTES
100g Atún Fresco
100g Aguacate
1oz Zumo de limón
½ cdita Pimienta de cayena
1cdita Semillas de sésamo
¼ cdita de sal
Simplemente necesitas un procesador para unificarlos todos y tener tu preparación lista. Rinde dos servicios con una composición de sólo 10.74 gramos de grasa mono y poliinsaturadas, 7.6 gramos de carbohidratos netos, y 16.73 gramos de proteínas magras, para brindarte un total de 193.98 kilocalorías por cada 114g de servicio equivalentes a 4 onzas. Lo puedes consumir con unas cuantas unidades de casabe natural, chips de pita integral horneadas, o chips de batata horneadas, donde te agregarían 30 kilocalorías más en promedio si eres moderado, resultando ser una merienda sin desperdicios. ¿Qué te parece?
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